domingo, 7 de abril de 2013

{Guía de compras de juegos educativos}


[  ] Para bebés, creciendo con los juguetes

Desde el primer mes, el bebé puede empezar a descubrir el mundo de sus manos, como padres.

En esta edad, lo mejor son los juguetes que les estimulen sus sentidos o su control muscular. Por ejemplo, son básicos los sonajeros y los juguetes para la cuna, que deben tener colores llamativos y ser muy resistentes.

Los juguetes y los colgantes para la cuna pueden tener música para estimular y tranquilizar al bebé.

Leer al bebé libros muy sencillos pueden estimular el hábito posterior de lectura familiar.

Al crecer, el niño puede estimularse con juguetes educativos como mesas de actividades con grandes interruptores y botones de colores, en ocasiones con números o letras, para que se empiecen a familiarizar con los símbolos.

Es importante también hacer que su imaginación vuele con juguetes de animales o libros de cartulina que tengan relieves, sonidos o sorpresas. Siempre con grandes dibujos, los padres pueden leerle las historias y hacer que empiece a descubrir la lectura.


Consejos

Si a tu hijo le gusta un libro especialmente, no dudes en repetirlo una y otra vez: La repetición les ayudará a memorizar y, además, les hará asociar la lectura con la diversión. A un bebé pueden serle muy útiles las tarjetas de estimulación visual y auditiva, para enriquecer sus experiencias sensoriales y creando vínculos afectivos.

No olvides que cuando un bebé es muy pequeño, los colores que mejor percibe son el negro, el rojo y el blanco. Haz que tu hijo empiece a conocer el mundo con estas tarjetas.

De 1 a 3 años, manualidades

A los niños más mayores les gusta empezar a crear sus propios juguetes, acompañados siempre por sus padres. Hay miles de libros sobre manualidades, y también son juegos educativos que servirán para mejorar su psicomotricidad y hacer que imagine y disfrute. A estas edades se aconseja hacer manualidades muy sencillas, pero pueden complicarse con el paso de los años. Claro está, estas manualidades pueden tener un propósito altamente educativo. Por ejemplo, realizar números con arcilla o papel maché.

Niños activos

Es importante que el niño esté la mayor parte del tiempo activo, aunque eso no significa que deba tener muchos juguetes, sino que basta con tener juguetes para cada momento. Una gran variedad de juguetes educativos sin tener otro tipo de juguetes cercanos puede terminar por abrumar al niño. Pese a todo, es preferible que siempre aprenda algo de los juegos, aunque no sea plenamente educativo. Por ejemplo, al comprarle un juego de encajar piezas, el niño podría aprender, con el ensayo-error, las consecuencias de sus acciones, y los bloques estimularán su capacidad de comprobar sus propios aciertos y errores. Claro está, si estos juegos de piezas pueden unir números o palabras con conceptos, mejor para el niño, aunque la importancia real de estos juegos llegará más adelante. Además, los niños deben seguir leyendo libros más parecidos a libros reales, con más palabras, cuadros e historias. También son importantes los juguetes que imitan a la realidad, como las cocinitas, ya que harán que el niño aprenda las convenciones sociales imitando a sus padres.

De 3 años en adelante, letras y números

A partir de los tres años, los niños ya empiezan a ir a la escuela y los juguetes educativos se convierten en pieza esencial de su educación: Tablas y recortes sobre el cuerpo humano que muestren los diferentes sistemas del cuerpo humano, láminas para empezar a aprender a escribir (copiando letras) o abecedarios en tablas con los que relacionar conceptos (mayúsculas con minúsculas, palabras con dibujos)serán casi obligatorios. También se pueden empezar a aprender los números e incluso a hacer sumas y restas con tarjetas para tal efecto o con juegos educativos. Este es el momento, también, de comenzar a hacer que los niños usen el ordenador con juegos sencillos similares a los analógicos, aunque sin dejar estos de lado.

Juegos de mesa

A medida que el niño crece, los juegos de mesa y competición supondrán un paso clave para activar su lógica y su concentración. Los juegos de preguntas y respuestas, muy sencillos al principio y más complicados luego, servirán al niño para memorizar y esforzarse por vencer, mientras que otros servirán para activar la deducción y la inteligencia. Otros juegos de mesa, más solitarios, pueden activar su capacidad de raciocinio, como el famoso cubo de Rubik, o juegos de anatomía que muestren de cerca el cuerpo humano y lo hagan sencillo y accesible pudiendo tocar cada parte del cuerpo y aprendiendo más de ellos mismos.


Letras y números

A partir de los tres años, los niños ya empiezan a ir a la escuela y los juguetes educativos se convierten en pieza esencial de su educación: Tablas y recortes sobre el cuerpo humano que muestren los diferentes sistemas del cuerpo humano, láminas para empezar a aprender a escribir (copiando letras) o abecedarios en tablas con los que relacionar conceptos (mayúsculas con minúsculas, palabras con dibujos)serán casi obligatorios. También se pueden empezar a aprender los números e incluso a hacer sumas y restas con tarjetas para tal efecto o con juegos educativos. Este es el momento, también, de comenzar a hacer que los niños usen el ordenador con juegos sencillos similares a los analógicos, aunque sin dejar estos de lado.

Juegos de mesa

A medida que el niño crece, los juegos de mesa y competición supondrán un paso clave para activar su lógica y su concentración. Los juegos de preguntas y respuestas, muy sencillos al principio y más complicados luego, servirán al niño para memorizar y esforzarse por vencer, mientras que otros servirán para activar la deducción y la inteligencia. Otros juegos de mesa, más solitarios, pueden activar su capacidad de raciocinio, como el famoso cubo de Rubik, o juegos de anatomía que muestren de cerca el cuerpo humano y lo hagan sencillo y accesible pudiendo tocar cada parte del cuerpo y aprendiendo más de ellos mismos.

Consejos para educadores

Hay que recordar que lo importante es tener todo tipo de juegos para todos los niños, pero también que estos sean de calidad. Sin irse del presupuesto marcado, se puede tener una ludoteca original y educativa para niños con la que nadie se sienta fuera de lugar. Recuerda que no son pocos los niños que quieren jugar a lo mismo que los mayores, y que sets de cocina o para jugar a mamás y papás estimulará su conocimiento del entorno y conseguirá educarles en la vida moderna.

Imprescindible en ludotecas

En una ludoteca hay que tener tanta variedad como sea posible. Más allá de las típicas pelotas y muñecas, los niños pueden jugar con palabras, números, colores, formas, sonidos y diseños. O, por qué no, tratar de leer, explicar de qué tratan los dibujos que tienen a la vista o aprender con juegos de lógica que desarrollen su inteligencia (por ejemplo, uniendo palabras con dibujos o poniendo números y realizando su suma posterior). En todo caso, estos juegos deben siempre mezclarse con juegos para estar tranquilos, juegos para divertirse simplemente y juegos para estimular la imaginación.

Fuentewww.kelkoo.es

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