lunes, 14 de octubre de 2019

{¿Quieres saber si tu hijo es un “niño de espíritu libre”?}

Muchas veces la gente achaca los problemas de comportamiento de los niños a sus padres, considerando que no han sabido educar correctamente. Cuántas veces te has sentido juzgada/o, ¿verdad? Pues hoy me toca reconocer que antes de ser padre yo mismo era de esos que juzgan a otros padres de niños a los que yo llamaba desobedientes, mandones, cabezotas, gritones, quejicas, caprichosos o mimados.

Ahora, después de mucho aprender y de 10 años como padre de 2 niñas gemelas, veo las cosas de forma muy distinta.

Una de ellas es una maravillosa niña de espíritu libre (como me gusta llamarla a mi), y la otra tampoco va mal servida de nivel de “espíritu”.

Con este post quiero que conozcas todo sobre los niños de espíritu libre para que puedas saber si tu hijo coincide con las características de este perfil.

Los psicólogos estiman que un 15% de los niños encajan en este perfil de niños que llamamos de espíritu libre, o “strong-willed kids” el término psicológico en inglés, que podríamos traducir como “niños de voluntad firme”. Antes yo les llamaba niños “desafiantes”, pero ahora prefiero llamarles niños de espíritu libre.

Te cuento esto porque no quiero que te sientas sola/o y quiero que sepas que si tu hijo responde a este perfil no es un bicho raro. Quiero también que te quites el sentimiento de culpa de creer que has hecho las cosas mal. Tu hijo actúa así en gran medida porque se lo “dictan” sus genes. Verlo así te hará sentir que tu hijo no es tu enemigo que solamente te quiere fastidiar, sino que es un maravilloso niño con mucho potencial como persona que ahora necesita tu comprensión, apoyo, amor … y también firmeza.

Si interiorizas todo lo que te voy a explicar más abajo, te será más fácil el camino del cambio interior para desAprender y tener una nueva relación con tu hijo.

Características del niño/a de espíritu libre

Los niños de espíritu libre tienen una serie de características comunes que os voy a resumir a continuación, de acuerdo con el perfil que definen las psicólogas Mary Kurcinka y Cynthia Ulrich (ambas con una larga carrera especializada en este perfil de niños y como educadoras de padres), el psicólogo Don MacMannis (también experto en la materia, terapeuta y divulgador), y a mi experiencia personal.

- Persistencia

Esta es una característica fundamental de los niños de espíritu libre. Defienden sus ideas a muerte y pueden pasar “horas” de negociación sin que seas capaz de convencerles. Les gusta el debate, y a veces el debate por el debate. Quieren participar en la toma de decisiones y que se les tenga en cuenta. Esto hace que les cueste mucho aceptar la autoridad, y las cosas porque sí. Necesitan muchas explicaciones del porqué de tus peticiones. No obedecen nunca incondicionalmente sin negociar antes los términos. Necesitan que compartas con ellos el poder, para lo que funcionan muy bien las reuniones de familia.

Cuando algo les motiva y se ponen un objetivo van a por ello “a saco”, y no hay quien les convenza de lo contrario. Se obsesionan y además quieren hacer las cosas ellos solos. Y no va a aceptar que le digas que lo que intenta es imposible de lograr, hasta que lo compruebe por el mismo.

- Intensidad

Son niños siempre extremos en sus reacciones. No lloriquean; cuando lloran es una auténtica explosión. Suelen ser dramáticos y siempre excesivos. Son ruidosos cuando juegan, cuando ríen o cuando llevan a cabo cualquier actividad.

Cambian de estado de ánimo a la velocidad de la luz. Pueden pasar en cuestión de minutos de estar cariñosos y habladores, a distantes y ariscos.

Suelen tener un nivel de autocontrol más bajo de lo que se podría esperar para su edad, por lo que es fácil que sobrerreaccionen ante situaciones o “problemillas” que a nosotros nos parezcan menores, y que esa reacción nos escandalice. Son pérdidas de control que a los padres nos pueden arrastrar detrás si no estamos muy conscientes, tranquilos y tenemos habilidades para gestionarlo.

Unido a esta intensidad, tienen mucha capacidad para que les afecte el estado de ánimo de las personas que tienen alrededor. Si tú estás nervioso/a, cuenta con que te imitarán. Son muy perceptivos y sensibles a las formas y lenguaje (incluso corporal) que usas para comunicarte con ellos. Un determinado tono, aunque sea sutil o una cierta manera de formular una pregunta, puede marcar la diferencia entre resistencia máxima o colaboración. Muchas veces no es a la autoridad a lo que tienen resistencia, sino a cómo se comunica la autoridad. Sin embargo, los límites “empáticos” expresados con firmeza y cariño a nuestro hijo de espíritu libre, suelen ser bien aceptados.

Y por último valoran mucho la “calidad” de la relación que tienes con ellos. Una buena relación con tu hijo de espíritu libre basada en un alto nivel de conexión le hará estar menos intenso y más predispuesto a colaborar y reducirá el conflicto.

- Sensibilidad

Suelen tener una alta sensibilidad para las sensaciones como olores, colores, texturas, ruidos, luces. Cuando las sensaciones se acumulan (ej. 2 horas de compras) se sobreestimulan tanto que cualquier contratiempo puede acabar en un ataque de furia.

Esta especial sensibilidad les afecta también al comer, vestirse, cuando hace calor o están en sitios ruidosos. Una etiqueta de la ropa interior, o unos pantalones que aprietan pueden convertirse en un terremoto.

- Distractibilidad (perceptibilidad)

Tienen un alto nivel de perceptibilidad, lo que hace que se distraigan fácilmente. Todo lo ven y todo lo oyen, por lo que cualquier cosa que se les cruce por medio puede hacer que se desvíen del objetivo, la obligación o tarea que tenían en ese momento. Esto es alucinante. Una mosca, una sombra con forma extraña, o un trocito de metal raro en el suelo es suficiente para que pierdan de vista cuál era su obligación o a dónde iban. Han cambiado a otro objetivo, que en ese momento les interesa más.

La capacidad de asombro de los niños y la contemplación por la contemplación es algo maravilloso y necesario, pero en este caso extremo puede acabar desquiciando a los padres. Habrás experimentado en carne propia que cuando están observando, ¡su sistema auditivo se anula! Y a las madres y padres nos cuesta mucho que nuestro mensaje les llegue y que sean capaces de centrarse en la instrucción que le acabamos de dar.

- Adaptabilidad

Los niños de espíritu libre tienen especial dificultad con las transiciones de una situación a la siguiente (levantarse por la mañana, ir a la cama, apagar la tele, irse del parque, etc.) Su grado de flexibilidad es muy muy bajo, y si esperaban que para cenar hubiera espaguetis y se encuentran macarrones, el lío está montado.

Los cambios inesperados les incomodan, a veces incluso tratándose de cambios “a mejor”. Para ellos adaptarse a los cambios es algo muy difícil de hacer. Necesitan hacerse a la idea, antes de decir que sí.

- Energía

Su nivel de energía es asombroso. No son niños pasivos. Algunos pueden tener mucha actividad física (correr, trepar, saltar), mientras que otros pueden no ser tan físicos, pero sí desarrollar mucha actividad relacionada con sus proyectos e intereses que ejecutan de forma obsesiva. Pero es energía dirigida a SUS objetivos que, por cierto, no tienen por qué ser los mismos que los tuyos, jajaja.

Pero … ¡si todos los niños son así!

Esto es falso. Probablemente lo oirás de personas que no tienen hijos, o de padres de niños con un temperamento más fácil.

Siempre hay madres y padres que me dicen que estas características son comunes a todos los niños. Estoy de acuerdo en que muchos niños cumplen con algunas de estas características, pero lo diferencial es que los niños de espíritu libre cumplen con la mayoría de ellas y además llevadas al extremo. Su nivel en la escala es el máximo para cada característica. ¡Nadie les gana! Nadie les gana en persistencia, intensidad, sensibilidad, energía …

Y es eso precisamente lo que les hace diferentes y lo que hace tan complicado, estresante y frustrante el día a día para sus madres o padres.

¿Te sientes identificado?

Son niños con un potencial enorme. ¡Cuéntaselo!

Una vez definido el perfil de niño de espíritu libre, puede que te preguntes: ¿no será negativo etiquetar a mi hijo? Es verdad que las etiquetas negativas que ponemos a nuestros hijos pueden reforzar conductas negativas. Un niño “etiquetado” oficialmente como desordenado, se va a instalar en ese rol. Tenemos que tener cuidado con eso.

Pero aquí no se trata de etiquetar por etiquetar, sino de describir el perfil tipo para ayudarte a entender cómo tu hijo ve el mundo. Y para que puedas ayudarle también a él, a conocerse mejor.

En desAprendo utilizo el término “de espíritu libre” porque creo que resume muy bien y en positivo la personalidad de estos niños. No son sumisos, les gusta liderar y quieren decidir. Son inteligentes y creativos, quieren saber el porqué de las cosas, quieren llevar a cabo sus proyectos y persiguen a muerte sus objetivos. Quieren probar y experimentar, aunque les digas que es imposible, y tienen mucha energía.

¿No son estas algunas de las características que valoramos en nuestros líderes y en los directivos de empresas?

Acompaña a tu hijo haciéndole consciente de estas características de su temperamento que definen su personalidad, siempre desde una visión positiva y constructiva. Siendo consciente de ellas podrá gestionar mejor las emociones que le provocan, y sacar partido a algunas de estos rasgos que pueden traerle muy buenos frutos a nivel personal y profesional en un futuro.

Niños de espíritu libre es mi forma de llamarles, pero también me gustan:

inconformistas
de voluntad firme
rebeldes
de espíritu indomable
enérgicos
insumisos
transgresores
con carácter
insistentes

Sin embargo, NO me gustan estos otros adjetivos:

malos
desobedientes
malcriados
maleducados
contestones
mandones
indisciplinados
tercos
respondones
arrogantes
caprichosos
niñatos

Estos son los adjetivos de la etiqueta negativa, de la culpa, de poner toda la responsabilidad solamente en ellos y que además transmiten pesimismo. Las palabras son importantes porque para conseguir éxitos como padres necesitamos creer en nuestro hijo. Tenemos que describir a nuestro hijo con términos que nos recuerden siempre todo su potencial.

Tu hijo tiene un espíritu libre porque lo tiene, no por tu culpa

Este mensaje quiero que te llegue especialmente claro, porque es importante. Tu hijo de espíritu libre es así porque así está escrito en sus genes.

Le viene de serie. Si tu hijo cumple en un grado extremo con estas características que he descrito arriba, tienes oficialmente un hijo de espíritu libre o strong-willed kid, en casa.

Es importante porque esto es así no porque hayas hecho nada mal sino porque tu hijo tiene un determinado temperamento desde antes de su nacimiento que determina de manera fundamental su personalidad.

Para mí descubrir que esto era así, supuso un cambio de perspectiva fundamental respecto a mi hija de espíritu libre. Fue el momento de dejar de lado la culpa que tenía por creer que ella se comportaba así porque habíamos hecho las cosas mal, no habíamos sabido educar como teníamos que haberlo hecho, o no dedicamos el suficiente tiempo a formarnos para saber hacerlo bien. La culpa paraliza y no sirve para nada más que para pasarlo mal. Si la tienes, por favor destiérrala.

El temperamento define todas las características que he enumerado arriba, y es el responsable de que los niños de espíritu libre pasen de 0 a 100 revoluciones en segundos.
Pero el hecho de que tengan este temperamento desde la cuna no quiere decir que sea algo con lo que tengamos que “conformarnos”. El cerebro y el temperamento es algo que se educa y mucho más en la infancia por la alta plasticidad que tiene el cerebro en esta etapa. Por lo tanto, lo que nos toca como padres es poner manos a la obra para apoyar a nuestro hijo, y asegurarnos de que entrena su temperamento en positivo, para construir su felicidad futura. Esto es lo que desde desAprendo quiero ayudarte a lograr.

Y ahora te toca a ti

Puede que todo lo que te he contado haya sido un descubrimiento revelador para ti, como lo fue para mí en su día. Seguro que sabías o sospechabas que otros padres no lo estaban teniendo tan complicado como tú. Seguro que leyendo este post te has sentido identificado al comprobar que tu hijo se parece MUCHO al perfil que he descrito.

Todo esto te lo cuento para que sepas que hay luz al final del túnel.

Ponerle nombre seguro que te ayuda. Tu hijo tiene un temperamento especial, pero común a muchos otros niños (un 15% de los niños según estiman diversos estudios). Tu hijo no es un bicho raro, ni alguien que va a tener una edad adulta problemática y sin capacidad para convivir con otros. Tienes que quitarte estos miedos de la mente porque al igual que el sentimiento de culpa, sólo sirven para bloquearte. Aunque también te digo que es normal que estos sentimientos te invadan en los momentos difíciles y de frustración, pero debes ser consciente y apartarlos.

Conocer cómo piensa y siente tu hijo te llevará a empatizar y te provocará compasión, que a su vez te darán la energía que necesitas para ayudarle en su camino. Quiero que veas “desde fuera” estas características de su carácter que expreso sin dramatismos, para que entiendas la parte positiva que tienen.

¡No estás solo! Hay muchas madres y padres en tu misma situación con un hijo que no se lo está poniendo nada fácil. Padres que están teniendo que desAprender antiguas formas de educar que no sirven para ayudar a sus hijos de espíritu libre, y con los que te puedes relacionar a través de desAprendo.

Estas nuevas formas de educar a niños de espíritu libre que enseño en desAprendo, no me las estoy inventando yo. Son metodologías y herramientas de trabajo que están ampliamente difundidas por psicólogos y pedagogos internacionales, con miles de familias de diferentes países que las están utilizando. Yo las adapto y las paso por el filtro de mi experiencia personal.

Ahora te toca a ti. Ahora que vas teniendo más información de lo que se trata, es hora de que pongas manos a la obra y vayas dando paso a paso, sin buscar la perfección, pero sin dejar de avanzar. Formándote, fortaleciendo las habilidades que ya tienes y aprendiendo otras nuevas. Con ilusión, celebrando pequeños pasos que son grandes victorias.

viernes, 30 de agosto de 2019

{Ecografía hepática, CD Rossi}

Ecografía hepato biliar/pancreática/esplénica

1) Información y preparación acerca del estudio (ecografías pediátricas hasta los 15 años inclusive)

- El paciente debe concurrir con un mayor responsable.
- Ayuno 
* lactantes < 6 meses: 4 (cuatro) horas.
* lactantes > 6 meses: 5 (cinco) horas.
* primera infancia (hasta 2 años): 6 (seis) horas.
* niños > 2 años: 8 (ocho) horas.
- Traer estudios previos relacionados.

2) Dónde realizar el estudio

- Abasto: Sanchez de Loria 117
- Barrio Norte: Arenales 2777.
- Esmeralda: Esmeralda 141.
- Belgrano: Blanco Encalada 2557.
- El Solar: Arce y Maure.
- San Isidro: Dardo Rocha 3034.

domingo, 30 de junio de 2019

{Gastroenterocolitis}

Síntomas

- Fiebre muy alta
- Náuseas y vómitos
- Decaimiento
- Cansancio

Tratamiento

1) Control de temperatura (38°: Ibuprofeno 4%, peso % 4 + mojar la cabeza con un paño / hielo).
2) Mucho líquido
3) No alimentos fermentativos como verdura, frutas, lácteos, pan.



domingo, 7 de abril de 2019

{Cómo crear un rincón de la calma para tus hijos}

Pensar bien cuando las emociones dominan nuestra mente es imposible, seas niño o adulto. Una buena alternativa para que nuestros hijos se calmen es crear un espacio emocional para ir en busca de la serenidad perdida.

El rincón para la calma nos ayuda a conocer, validar, aceptar y gestionar las emociones.

Del "¡a tu cuarto... y no salgas hasta que yo te lo diga!" o del "castigado cara la pared" se pasó, sin más, al "¡a tu habitación a pensar!". "Pensar sobre lo que uno ha hecho mal para rectificar, pedir perdón, empatizar, está muy bien. Pero pensar bien cuando las emociones dominan nuestra mente es imposible, seas niño o adulto", afirma Yolanda Cuevas Ayneto, psicóloga e instructora en mindfulness, que explica cómo el mero intento o empeño en que nuestros hijos se tranquilicen, que paren de llorar, de gritar, de pegar, de estar furiosos, frustrados o impacientes... no es suficiente, ya que los niños no saben cómo hacerlo.

"Y el grito -continúa la psicóloga-, la amenaza o el castigo apaciguan, en ocasiones, las emociones de los más pequeños pero este no es el método adecuado para entrenar la inteligencia emocional".

Una buena alternativa, según Yolanda Cuevas, es entrenar, crear, un espacio emocional para ir en busca de la serenidad perdida. Ese espacio emocional que da tiempo a que la ola emocional se calme; ese en el que cargan las pilas ciertas emociones y que facilita pensar sobre lo ocurrido.

"Ya, más tranquilos, todos pensamos mejor y de forma más útil", afirma la psicóloga, que, a continuación, nos habla sobre sus beneficios y nos enseña a crear el rincón de la calma para nuestros hijos.

Un rincón con muchos beneficios

El rincón para la calma nos ayuda a conocer, validar, aceptar y gestionar las emociones. Es lo que se conoce como autocontrol, un entrenamiento básico en inteligencia emocional fundamental en la vida personal, social y profesional.

Fomenta:

- el autoconocimiento,
- la empatía,
- el respeto,
- la comunicación,
- la resolución de conflictos, y,
- el entendimiento entre padres e hijos, entre hermanos, entre amigos, entre profesores/entrenadores y alumnos.

El niño aprende así que él no es su emoción, que es una pieza activa en su propia digestión emocional.

Las emociones van y vienen, lo que impide el estancamiento emocional, esos enfados interminables que luego se convierten en la edad adulta en días sin hablarse con parejas o hijos fomentando el sufrimiento y la culpa.

¿Cómo les animamos para crearlo?

1) Necesidad de calmarnos

Les explicamos que tanto niños como adultos necesitamos en ciertos momentos calmarnos. Se pueden compartir esos momentos de desregulación emocional con ejemplos concretos tanto de hijos como en padres, que hayan ocurrido recientemente.

2) Construcción del lugar 

La construcción de ese lugar debemos hacerla juntos para saber qué cosas y actividades piensa que le tranquilizan, lo que aumentará la implicación. Previamente, todas esas cosas tienen que ser utilizadas para saber cómo funcionan y el efecto que pueden tener.

3) Opción de ir, sin imposiciones

Las primeras veces, cuando detectemos el inicio de una conducta o estado emocional desregulado, fomentaremos ir a ese lugar como una opción, con palabras que lleguen también al corazón, no de forma impositiva, ni enfadados.

4) Acompañar, animar

Les acompañaremos en el proceso, les animaremos a que decidan qué herramienta eligen y, si no, le invitaremos con un:

- "Quizá si haces esto, te ayude"
- "¿pruebas?"
- o "¿lo hacemos juntos?".

5) Remarcar las mejoras

Atenderemos a las señales de cambio y las reforzamos:

- "Me parece que respiras más lento",
- "Observa tus brazos, ya no se mueven tanto, ¿lo sientes así?", ayudando a percibir esos cambios.

6) Enfatizar el esfuerzo

Finalmente, reforzaremos su esfuerzo poniendo el foco en él, es decir:

- "Te has esforzado mucho, tienes que estar orgulloso",
- "¿te sientes mejor?",
- "¿estás más tranquilo?",
- "ha sido buena idea venir aquí. A mí también me ha servido",
- "éste es un buen lugar para venir siempre que lo necesites, solo o conmigo".

7) Retomar la situación

Y retomaremos la situación:

- "Ahora, quizá es buen momento para hablar de lo ocurrido, ¿te parece?".

¿Qué puede haber en el rincón de la calma?

- Una caja decorada al gusto del niño con el nombre del lugar -puede ser un espacio de su habitación o cualquier rincón de la casa- y que contenga alguno de estos elementos:

- Una pequeña alfombra o cojín para que puedan sentarse o tumbarse; ponerse cómodo calma la mente.

- Un peluche al que puedan abrazar, hay incluso muñecos que representan las propias emociones.

- Un globo para inflarlo y soltar el aire en la cara, sin que haga ruido.

- Una foto de una vela para que les recuerde la técnica de respiración, en la que tienen que inspirar y espirar imaginando que la llama de la vela se mueve pero no se apaga. Conocer técnicas de respiración y relajación es fundamental y podemos practicarlas juntos al principio.

- Luz cálida, en ese espacio elegido.

- Un olor: bastará con un saquito de lavanda, que les conecte siempre con ese lugar.

- Música relajante o algún instrumento que emita un sonido prolongado, que desaparezca con lentitud y que puedan seguir hasta el final. Cuencos o campanillas, por ejemplo, de las que se utilizan en la práctica de mindfulness.

- Pinturas para colorear o dibujar su emoción o lo ocurrido y, según la edad, pueden colorear mandalas.

- Audios de prácticas mindfulness que ayudan a no quedarse 'secuestrado' en los pensamientos y emociones.

- Un reloj de arena que les marque el tiempo que tienen que estar respirando, contando

- Una bola de nieve o podemos crear una "botella de la calma" con agua, glicerina o aceite con purpurina y estrellas, dentro, que crean movimiento. O paneles de arena de colores que se giran y depositan la arena de una forma diferente cada vez. Antes, les explicaremos que, cuando se agita y está todo revuelto, es como están ellos con su emoción, pero que si se deja de agitar también vuelve a la calma, como les pasará a ellos.

- Un "bote de frases" o palabras, que irán cogiendo al azar, que reflejen qué les puede pasar o les ayuden a entender y a sentir.

- Un dibujo que le recuerde un buen momento, alguna manualidad de la que se sienta orgulloso, unas fotos hechas para la ocasión, imágenes de paisajes, de animales, algún recuerdo de unas vacaciones o piedras recogidas en la arena pueden ser objetos para observar con detenimiento.

- Bolas antiestrés, botellas con arena o semillas para sentir sonidos, cajitas musicales, telas o trapos de diferentes texturas, cintas con cuentas de diferentes tamaños para contar, cuentos con imágenes sobre emociones, un espejo para que vean cómo está su cara y cómo evoluciona, un cuaderno en blanco para poder anotar lo que siente, piensa o quiere hacer.

¡Creatividad para gestionar las emociones desde niños!

{El rincón de la calma: cómo trabajar los conflictos sin castigar}

Hay muchas maneras de trabajar los conflictos antes de caer en los tradicionales y nada educativos castigos.

Una de las herramientas más útiles que descubrí de mano de la Disciplina Positiva es el rincón de la calma. En realidad, se habla de tiempo fuera positivo, pero a mí me gusta llamarlo rincón de la calma para evitar cualquier posible malentendido o confusión con el tiempo fuera punitivo. Y porque, en realidad, es una herramienta de educación emocional que nos ayuda a atravesar diferentes emociones cuando suceden cosas que nos sacan de nuestras casillas, para volver a templarnos y recuperar la serenidad.

El tiempo fuera punitivo (o los castigos de toda la vida)

En la educación tradicional encontramos numerosos ejemplos de castigos relacionados con el tiempo fuera:

- la silla de pensar,
- vete a tu habitación hasta que estés tranquilo (o hasta que yo te diga),
- fuera de clase

Todos ellos tienen en común que son impuestos por el adulto y sólo sirven para poner distancia entre el niño y el conflicto o situación, pero no ayudan a resolver lo que ha pasado ni acompañan la emoción del niño en esos momentos.

En todos esos casos sucede lo siguiente:

- el niño es “expulsado” por el adulto,
- se siente fuera,
- se siente “no visto”,
- se siente incomprendido.

Hay muchos defensores de estos métodos porque tienen su parte lógica. Cuando estamos fuera de control es bueno tomar distancia para calmarnos antes de afrontar la situación en cuestión. Pero tienen un inconveniente muy importante: el niño se siente mal.

No deja de ser un castigo, una imposición del adulto que está obligándolo a estar en un sitio elegido por el adulto, durante el tiempo que el adulto decida. Y cuando ese tiempo haya terminado, caben dos opciones:

- que la historia termine ahí: con lo cual el único aprendizaje que queda es que “cuando hago algo que a los adultos no les gusta, me apartan y me ignoran”.

- que después de ese tiempo fuera, se hable sobre el conflicto inicial.

Cuando no se habla de lo sucedido se genera una sensación de desamparo que nos aleja emocionalmente de nuestros hijos. Piensa en una persona que, cuando vos estás desbordado, opta por aislarse, alejarse de vos e ignorarte. ¿Contarías con esa persona cuando tuvieras un problema? Es fácil adivinar la respuesta. No. Nadie se siente cercano ni tiene confianza con personas que te excluyen y te hacen sentir así.

Si queremos construir una relación de confianza con nuestros hijos, el tiempo fuera punitivo no es la mejor opción.

Rincón de la calma

Lo que suele ocurrir a menudo en la educación tradicional es que después del tiempo de “encierro” al niño le toca escuchar un sermón en el que se le reprocha su conducta (¿cómo has podido pegarle a tu hermano?) y se le dan “instrucciones” sobre lo que se espera de él (que sea la última vez que le pones una mano encima a tu hermano).

No se tienen en cuenta las emociones que han llevado al niño a actuar de esa manera ni se le ofrece ninguna herramienta que le ayude a controlarse la próxima vez que se sienta así. Pero es que, incluso en el mejor de los casos, aunque en ese momento no hagamos reproches ni busquemos culpables, los niños se sienten mal ya que han sido sometidos previamente por el adulto al ser castigados con un tiempo fuera. Y cuando nos sentimos así, lo normal es que estemos resentidos y no abiertos a la comunicación ni dispuestos a buscar soluciones.

El rincón de la calma es una herramienta educativa maravillosa que podemos usar en casa, ahora bien, no hace milagros. No se trata de decorar un rincón en nuestro hogar y sentarnos a esperar. Es un espacio preparado para ayudarnos a recuperar la calma y la tranquilidad cuando sentimos que estamos emocionalmente desbordados, cuando hemos perdido el control.

Pero el trabajo para reconocer nuestras emociones, aceptarlas y transitarlas de manera respetuosa con todos y con todo, debe formar parte de nuestro día a día. De nada sirve poner un lugar en casa donde relajarse si lo habitual en nuestro hogar son los castigos y la represión de las emociones.

El rincón de la calma no es una silla de pensar disfrazada. Hay algunas condiciones indispensables para que el rincón de la calma sea una herramienta útil, que nos sirva para la autorregulación y el autocontrol y no sea un simple castigo disfrazado de respeto:

1) Fundamental: al rincón de la calma se va por voluntad propia

Se puede preguntar si se quiere ir, se puede ofrecer esa opción; pero nunca, jamás, se manda a nadie a ir allí. La idea es que aprendamos a controlar nuestras emociones y no podemos aprender autocontrol si la solución nos viene impuesta desde fuera. Eso lo convertiría en punitivo, así que al rincón de la calma se va cuando se quiere, no se obliga a nadie a ir. Sólo es un lugar opcional donde intentar recuperar la calma.

2) El ejemplo es la herramienta más poderosa de la educación

El rincón de la calma puede ser un espacio que sirva para cualquier miembro de la familia que lo necesite o puede ser personal. También podemos tener distintos rincones de la calma para cada persona.

Si nosotros utilizamos técnicas de tiempo fuera para relajarnos y recuperar la calma cuando hemos perdido los nervios será más fácil que ellos también aprendan a hacerlo. Tan sencillo como “ahora mismo estoy muy enfadada y no quiero gritar así que voy a ir a mi habitación unos minutos y cuando esté más tranquila vuelvo y hablamos sobre lo que ha ocurrido”.

No hay dos rincones de la calma iguales. Se trata de un lugar al que vamos para recuperar la serenidad que hemos perdido y por lo tanto, en él habrá materiales que nos permitan hacer actividades que nos ayuden a estar tranquilos u objetos que nos ayuden a relajarnos. Un poco más adelante dejo algunas ideas pero dependerá de cada personita y lo ideal, cuando los niños tienen a partir de 4 o 5 años es que sean ellos mismos quienes decidan qué quieren tener en su rincón de la calma y que participen de su construcción.

Antes de los 4 años no suelen estar preparados para manejar sus emociones en soledad, por lo que hasta ese momento si quieren ir al rincón de la calma es mejor que lo hagan acompañados por un adulto que les ayude validando sus emociones y ofreciéndoles alternativas para recuperarse. Cuando sean un poco mayores pueden elegir si prefieren ir solos o acompañados.

3) Nadie te dice cuánto tiempo tienes que estar allí

Si la situación lo permite pueden quedarse allí el tiempo que necesiten, no importa si son cinco minutos o una hora.

No vamos al rincón de la calma para resolver conflictos allí. Para tratar los conflictos que surjan entre distintos miembros de la familia podemos utilizar la mesa de la paz, que es otra herramienta maravillosa. Pero el rincón de la calma no tiene esa función, es una especie de retiro donde conseguir volver a la calma cuando hemos “perdido los nervios”. El objetivo es aprender a utilizar el tiempo fuera como una herramienta para fomentar el autocontrol; una vez recuperada la calma podemos volver al conflicto inicial para buscar soluciones desde el respeto.

Qué podemos tener en el rincón de la calma

Cualquier cosa que nos ayude a estar calmados. Lo ideal es preguntar a los pequeños qué quieren tener allí.

Algunas ideas pueden ser:

- Papel y lápices para dibujar o escribir cómo me siento (o una carta)
- Una pelota anti estrés
- Plastilina
- Una foto de algún paisaje
- Material para hacer manualidades
- Cuentos para leer
- Fotos de nuestras vacaciones
- Un tarro de la calma
- Un reproductor de música (relajante)
- Mandalas para colorear
- Pasatiempos varios
- Si van acompañados podemos hacer un masaje

Éstas son sólo algunas ideas, lo importante es que ellos decidan qué quieren hacer durante ese tiempo fuera para calmarse.

Dónde ponemos el rincón de la calma

Depende del espacio que tengan en casa. A mí me gusta que esté en alguna habitación que no sea de uso común habitual, por aquello de poder estar solos si les apetece. Si no tenés mucho espacio podemos guardar todas estas cosas en una maleta o una cajita que podemos llevarnos a distintas estancias de la casa si es necesario.

Resumen

El rincón de la calma es un espacio que podemos determinar dentro de nuestra casa para ayudar a nuestros pequeños con el manejo de las emociones.

La ira o la rabia son emociones saludables normalmente, sólo es cuestión de aprender a atravesarlas sin herirnos ni herir a los demás en el camino.

Cuando estamos “en caliente” no somos capaces de expresarnos de forma respetuosa ni de enfocarnos en encontrar soluciones.

Enseñar a nuestros hijos a practicar el autocontrol les ayudará a resolver sus conflictos un poco después, de manera pacífica, y este aprendizaje les acompañará durante toda la vida.

Educar en el conocimiento de las emociones es educar para la vida.


SILVIA GUIJARRO Madre de una niña y un niño. Maestra de Educación Primaria y Educadora de Disciplina Positiva para familias. Desde 2007 he trabajado en diferentes colegios públicos, con niños de entre 6 y 12 años, prestando especial atención a la educación emocional en esta etapa. En 2017 me certifiqué por la Positive Discipline Association como Educadora de Disciplina Positiva para familias y, actualmente, preparo talleres para compartir con otras familias herramientas para criar y educar de forma respetuosa.

Webmadremaestraymujer.wordpress.com

{Rincón de la calma}

1) Presentación del rincón

Una vez delimitado el espacio y seleccionado los materiales que incluiría en él, se lo presenté a mi hijo en una inauguración especial. Si queremos que se comprometa con un espacio debe conocer:

- cómo usarlo
- cuáles son los acuerdos a los que llegamos
- cuáles son las consecuencias a las que llegamos
- cuál es su función
- descubrir cuáles son los materiales que están allí
- aprender para qué pueden servir

Materiales

- una manta para taparnos y que nadie nos mire
- una bola de la respiración para concentrarnos en la inspiración y la espiración
- un soplador para respirar con diferentes intensidades
- unas piedras de la respiración para calmar enfados contando respiraciones
- una botella de la calma para observar y calmar los pensamientos
- un reloj de arena y de agua para observar y medir el tiempo de nuestra atención
- muñecos y marionetas para abrazarlos y expresar a través de ellos nuestras emociones
- instrumentos (palo de lluvia, crótalos, armonizador) para escuchar y relajarnos
- linternas para sentirnos seguros en lugares oscuros
- tarjetas de emociones para expresar sentimientos
- tarjetas para regular conversaciones (orejas y boca)

Reglas

Leer y completar un escrito oficial en el que se acuerde:

- nombre de este espacio compartido: "El refugio"
- momentos en los que se puede usar
- normas de convivencia del espacio:

   1) Permanecer sólo el tiempo que necesitemos estar en calma.
   2) Respetar el ambiente de tranquilidad y silencio.
   3) Máximo 3 personas
   4) Recoger y cuidar los materiales
   5) Dejar nuestras sugerencias en el buzón

Para inaugurar este espacio hicimos una comida consciente. Encendimos velas, juntamos las mesas y comimos en silencio. Un momento especial para un espacio especial!!

Todos estamos sorprendidos de lo necesario que se ha vuelto este espacio en nuestra aula. Todos o casi todos las niñ@s han acudido a él en algún momento y otras compañer@s del cole se han animado a incluír este espacio en sus aulas al comprobar los beneficios que nos ofrece cuando visitan nuestro espacio.

La reflexión conjunta es importante para cuidar y valorar este nuevo rincón creado en el aula. Es muy recomendable que una vez al mes, reúnas a tus alumn@s en una asamblea y juntos habléis sobre los usos que le estamos dando a este espacio, la necesidad de cuidarlo, los materiales más usados o los motivos que les llevan a necesitarlo.

Ell@s apuntan que necesitan su refugio para:
Calmarse cuando están nerviosos o enfadados
Resolver conflictos con compañeros
Estar sol@s sin que nadie les mire cuando se sientes tristes
Tranquilizarse cuando se sienten frustrados
Escuchar su interior cuando no saben que les pasa
Aislarse cuando les hacen daño
Evitar hacer daño a otr@s cuando sienten un gran enfado

Este espacio se  ha convertido en un salvavidas para muchos niñ@s. Algunos son capaces de controlar sus impulsos gracias a su refugio, otros han aprendido a escuchar a sus amig@s o expresar su enfado al contar con este lugar de encuentro. Todos están de acuerdo en que el rincón de la calma es incluso mejor que "la asamblea" pero creen que la clave que lo hace verdaderamente especial son los materiales que tienen en él.


Todos los materiales que están en el refugio se usan. Todos somos diferentes y necesitamos materiales diferentes para expresarnos en estos momentos. Me ha sorprendido especialmente la demanda de muñecos y marionetas para expresar sus enfados y las mantas y sábanas para taparse la cabeza cuando quieren desaparecer. Otros materiales que hemos incluído después de nuestar reflexión conjunta:
Mandalas para pintar
Periódicos para romper o dibujar el enfado
Cuenco y una bola metálica para hacer rodar en su interior
Pelotas antiestrés
Mp3 con cascos y música relajante
Globos para hinchar
Crear un espacio de calma en el aula de primaria ha sido todo un descubrimiento!! no sólo les ha ayudado a regular sus impulsos y valorar la calma y el silencio sino que les ha impulsado a crear sus propios rincones de calma en sus casas!! De esta forma compartimos estas herramientas con las familias y todos juntos aprendemos a conocernos mejor.

 ¿Y tú, tienes rincones de calma en tu casa o en tu escuela?
Publicado por Profe María en 18:45
Etiquetas: MI MAESTRA INTERIOR, RINCÓN DE LA CALMA, SILENCIO

jueves, 14 de marzo de 2019

{Cardiología}

Instituto Cardiovascular Lezica
Lezica 3021
Tel: 4735-7000 / 08 y 4735-8833
Web: lezicacardio.com
Turnos: Web
Valuación cardiológica con ECG

{Estudios laboratorio}




Preparación

Centros Swiss Medical

Clínica Olivos
Av. Maipú 1660, Vicente López
L-V: 7:30h-20h
S: 8h-13h

sábado, 9 de marzo de 2019

{El niño Escorpio by Linda Goodman}

Tan pronto como sepas que la cigüeña llegará en noviembre o para fines de octubre, vete a comprar un parque, grande y resistente, pues lo necesitarás. Cuando haya nacido el bebé podrás meterte en él para leer un libro o para comer en paz, tras la seguridad de los barrotes. Tal vez la vendedora te mire extrañada cuando te tiendas en el suelo acolchado de plástico azul para medir el tamaño, pero no le hagas caso. Si no puedes soportar la mirada de un extraño, ¿cómo vas a enfrentarte sin retroceder con los ojos ardientes de tu propio hijo? Tan pronto como sea capaz de enfocarlos bien, el bebé Escorpio te inmovilizará con sus ojos, e hipnotizándote te hará obedecer todos sus caprichos. Imagínatelo, sentado en el suelo con las piernas cruzadas, con su pañal y un turbante, tocando la flauta mientras tú te meces, impotente, hacia atrás y hacia adelante, como una serpiente en su cesto. ¡Por favor! Ya ves que es mejor que empieces desde ahora mismo a acorazarte contra su magia negra.

A esa vendedora, clávale inmediatamente una mirada de hielo. Es tu dinero el que estás gastando, ¿no? Y aunque tu actitud pueda parecer un poco extraña, ella no es quien para decirte nada. La cliente eres tú, que es como decir que tú eres quien manda.

Con pequeños matices, es exactamente la actitud que tendrás que adoptar para hacer frente a tu pequeño Escorpio. Es tu casa, y si tus reglas parecen un poco raras, el bebé no es quien para objetarlas. Tú eres la madre, y por consiguiente quien manda eres tú. Y mientras lo dices, clava en él tus ojos.

Tendrás un trabajo bien a tu medida, pero también un desafío interesante. Un niño Escorpio necesitará una disciplina firme y constante. Tendrás que enseñarle a ser considerado con los débiles, a saber perder, a respetar la autoridad y a perdonar cuando alguien le hiera. Mientras vayas formando su bello carácter, te verás tu misma impresionada por su mentalidad brillante y por el magnetismo de su personalidad. Bien vale la pena estimular ese coraje y esa honradez excepcionales, y protegerlos de la influencia de un súper yo capaz de pervertirlos o de destruirlos.

Escorpio puede elegir dos caminos: el de elevarse hacia lo alto y el de sumergirse en lo bajo. Es posible que durante un tiempo estés convencida de que opto por el callejón del fondo, ya desde antes de haber aprendido a caminar. Las madres indecisas, nerviosas o blandas tienen la batalla perdida antes de librarla. Cuando apenas haga pinitos, el pequeño Escorpio te mirará echando chispas cuando le prohibas que toque algo. Mírale tú también fijamente, bondadosamente pero con firmeza. Ya se que es difícil lograr una mirada así; practícalo. Sonríe entre los dientes apretados y di que no, en voz alta, con enfática convicción. No habrás ganado más que una batalla, porque las hostilidades se reiniciarán una hora después, pero es un paso adelante en tu largo camino.

Finalmente, el pequeño Escorpio empezará a admirarte por la fuerza con que le resistes. Es un niño que solo puede aprender de aquellos a quienes siente más fuertes que él. Naturalmente, sabe que la victoria de los otros no se debe más que al tamaño actual de él, y que algún día te vencerá, pero mientras tú o el padre seas más grandes los respetará a regañadientes. Para cuando sea lo bastante alto como para poner de espaldas a su hermano mayor o hacerle una llave de judo al padre, tu labor habrá concluido. Te sentirás un poco agotada, pero orgullosa, y él estará en camino de convertirse en un Águila espléndida, en vez de ser un Escorpio punzante y vengativo.

Una advertencia: no olvides que tu firme disciplina tenga un generoso complemento de amor y afecto, porque si no tu hijo podría convertirse en una lamentable Lagartija Gris, torturada por miedos y fobias, amarga y retraída.

Con su modalidad desenfadada y a veces sarcástica en el habla y en los modales, tu hijo parecerá franco y directo, pero no por eso será menor su necesidad de intimidad; tiene sus pequeños secretos, en los que no debes entrometerte. Dale un estuche grande de metal, con llave, donde pueda guardar sus cosas personales, o un cajón especial para él solo, que por estricto acuerdo nadie más de la familia tenga derecho a abrir.

Son niños que ocultarán su pensamiento, pero a ellos será imposible esconderles nada. Descubrirán todos los secretos vergonzosos de la familia, desde los dientes postizos de tía Berta y las ocasionales borracheras del primo Andrés hasta el postizo con que papá disimula la calvicie. También son expertos en localizar calcetines, llaves, billetes y lápices para labios perdidos, como detectives en miniatura que para resolver cualquier misterio se valieran a partes iguales de la fría lógica y de la brujería.

Tienen una capacidad milagrosa para soportar el dolor. Incluso los puntos necesarios para reparar una accidental cortadura serán habitualmente sobrellevados sin lágrimas ni anestesia. Tu pequeño Escorpio es más sabio de lo que cabe esperar de su edad, y en ocasiones su comprensión instintiva resultará una bendición. Será fácil que un papá desalentado por sus problemas económicos se encuentre bajo la sorprendente presión del abrazo de un chiquillo indudablemente muy pequeño para saber nada de economía. Pero sabe que su padre está preocupado y quiere expresar su deseo de destruir lo que causa su inquietud. También una madre que se siente mal o esté deprimida puede recibir la caricia silenciosa y tierna de un minúsculo Escorpio que de alguna manera ha sabido percibir su tristeza.

Los niños Escorpio exhiben una lealtad sin límites hacia los amigos y los seres amados, pero con el resto del mundo pueden ser bastante duros. Si un compañerito de mal genio le rompe deliberadamente el caballo-mecedor, es posible que el pequeño Escorpio le rompa a su vez el triciclo, el camión de bomberos y el encerado, además de darle un puñetazo en la nariz para que no le queden dudas de que le pisó la cola a un Escorpio.

Claro que hay que combatir estas actitudes... y te deseo suerte. Tu podrás decirle a tu hijo de noviembre que la cólera hay que consultarla con la almohada, que con ese tipo de venganzas se hace daño a sí mismo, pero para él esos razonamientos no serán muy lógicos. Cómprale uno de esos bumeranes que venden en las jugueterías y déjale que lo lance con todas sus fuerzas, que quizás cuando lo haya sorprendido al volver mágicamente unas cuantas veces a golpearle la oreja entienda el mensaje. Claro que el juguete no le gustará tanto como un microscopio, un libro de juegos de magia o un equipo de química; con esos harás blanco seguro.

Sus maestros no sabrán si ponerle a la cabeza de la clase o resucitar la antigua vara de abedul, y es probable que terminen haciendo ambas cosas. Varones o niñas, los chicos Escorpio tienen una mentalidad aguda y penetrante y una impresionante capacidad para captar cosas abstractas. Tan posible es que no salgan nunca del cuadro de honor como que sean los novilleros más conocidos del barrio. Si tienen la buena suerte de dar con maestros avisados, aprenderán pronto a leer y serán líderes de las actividades escolares.

Si se le aparta de su fascinación por lo prohibido, un niño Escorpio tiene grandes probabilidades de ser quien diga el discurso de despedida del año escolar. Haz que se mantenga físicamente activo y mentalmente interesado, canalizando su apasionada curiosidad hacia la ciencia, la literatura, la medicina o el deporte. Estimula sus sueños infantiles de ser ingeniero espacial, marino, bombero, ministro, animador de espectáculos e incluso presidente. Jamás trates de imponerle tu propia idea de la profesión adecuada; sería la perfecta manera de enviarlo por el camino bajo, el que lleva a peligrosos experimentos por los callejones más oscuros de la vida. Él sabe exactamente lo que quiere, e imponerle tu voluntad es un grave error. Sé leal con él y jamás faltes a tu palabra ni rompas una promesa.

Escorpio necesita oportunidades de liberar su gigantesca reserva de energía acumulada, porque exteriormente parece más tranquilo y relajado de lo que es en realidad. Las explosiones de nervios, discusiones a la hora de las comidas y disputas familiares en el momento de acostarse le producirán pesadillas, y son sumamente nocivas para su salud mental y física. Es un niño que tiene que enfrentar pasiones intensas y bullentes emociones, y lograr el dominio de su naturaleza es para él una ruda tarea, pero si cuenta con una dirección adecuada lo conseguirá muy bien. Las reprimendas ásperas y no premeditadas, sin explicación lógica alguna, son tan desastrosas como una tolerancia sin límites.

A Escorpio le fascinan las medicinas, de modo que no dejes ninguna a su alcance. También le atrae el fuego, y las cerillas deben estar bien guardadas.

Le encantan las fiestas populares, las películas de terror en la TV, la ciencia ficción y las historias de fantasmas. También se mostrará aficionado al sexo opuesto. No te escandalices si encuentras a tu hijo Escorpio, a los cinco años, haciéndole guiños con los ojos a la rubita que vive en la casa de al lado. Algún día será el Amante, con mayúscula, sin que tú puedas impedirlo. Pero si puedes impedir algunas tragedias románticas futuras, enseñando a los adolescentes de ambos sexos la importancia de la responsabilidad en los asuntos del corazón. Escorpio respeta profundamente el círculo familiar, y si le explicas que un comportamiento romántico desaprensivo lo destruye, te escuchará.

No importa lo que llegue a ser; en el campo que elija, será el mejor. Los jóvenes Escorpio tienen la determinación suficiente para conseguir lo que quieren y la fuerza necesaria para conservarlo. Pero que su autosuficiencia no te impida ofrecerle tu apoyo; lo necesita, aunque parezca burlarse de la aprobación ajena. Tendrás que ayudarle a encontrar una meta digna en función de la cual pueda orientar las pasiones interiores que amenazan consumirle. Tienes una criatura extraña, hechizada, a quien espera tal vez un destino importante y que tendrá que recorrer muchos kilómetros para alcanzarlo. Marcha a su lado mientras él te necesite y después déjale que siga solo; ya volverá, sano y salvo, con el trofeo que ambiciona. Plutón le da valor, fuerza e inteligencia, pero a ti te corresponde ofrecerle lo que más necesita: un ejemplo diario de lo que es amar y de cómo, a su vez, ser amado.