lunes, 1 de febrero de 2016

{Dengue, zika y fiebre chikunguña: conceptos básicos y medidas de prevención}

El dengue, zika y la fiebre chikunguña son enfermedades virales transmitidas por dos especies de mosquitos, el Aedes aegypti y el Aedes albopictus. Ambos presentan un aspecto pequeño, oscuro con rayas blancas en el dorso y en las patas, de hábitos domésticos, que depositan sus huevos en lugares oscuros donde se acumula agua.

En la actualidad, los envases no retornables, de lenta o nula degradación, abandonados en espacios públicos y en domicilios, así como otros elementos que conservan pequeñas cantidades de agua por varios días, se convierten en espacios propicios para la propagación del mosquito vector del dengue, la fiebre amarilla y la fiebre chikunguña.

Otros factores que contribuyen a este fenómeno son la temperatura y humedad adecuada, una alta concentración poblacional y la circulación de migrantes de países vecinos con endemias de estas enfermedades. No todos los mosquitos las contagian, sólo aquellos que previamente picaron a una persona enferma.

En el caso del dengue, el período de incubación de la enfermedad varía de 3 a 14 días, con un promedio que oscila entre 4 y 7 días.

Las personas que lo padecen son infectantes para los mosquitos desde el día previo al inicio de los síntomas y hasta el quinto de su desarrollo.

En la fiebre chikunguña, los síntomas comienzan a manifestarse por lo general de 3 a 7 días después de la picadura de un mosquito infectado; y desaparecen en 1 a 3 semanas.

En la fiebre por virus zika, los síntomas suelen presentarse de forma moderada o aguda, después de un período de incubación de 3 a 12 días, y duran entre 4 y 7 días.

Estas enfermedades no se transmiten de persona a persona. Sin embargo, sí pueden transmitir la infección las mujeres embarazadas que resultan afectadas cerca del momento de concebir (el contagio es al recién nacido durante el parto).

Los síntomas que se pueden presentar son:

- fiebre alta,
- dolores de cabeza,
- dolores musculares e inflamación de las articulaciones,
- aparición de manchas en la piel, sarpullidos,
- cansancio intenso.

Las formas graves pueden aparecer acompañadas de dolores abdominales, hemorragias y signos de insuficiencia circulatoria. En el caso de la fiebre chikunguña, los dolores articulares pueden prolongarse en el tiempo.

Actualmente no existe una vacuna para prevenir estas enfermedades, pero sí se prescriben medicamentos para reducir la fiebre y los dolores. El control de estos síntomas y la hidratación son fundamentales para el tratamiento.

ES MUY IMPORTANTE NO AUTOMEDICARSE. De presentar estos síntomas se recomienda la visita al médico en forma inmediata.

Prevención

Las mejores formas es impedir la presencia del mosquito transmisor en las viviendas y cerca de ellas, son las siguientes:

- eliminar todos los recipientes en desuso que contengan agua estancada (latas, botellas, neumáticos).
- renovar el agua de floreros y bebederos de animales diariamente.
- colocar boca abajo los objetos que se encuentran en el exterior y que puedan acumular agua (baldes, frascos, macetas).
- limpiar canaletas y desagües pluviales de la casa.
- mantener los patios y jardines desmalezados.
- tapar los recipientes utilizados para almacenar agua (tanques, barriles, toneles).
- no atar botellas a árboles y canteros.
- mantener limplias, cloradas o vacías las piletas de natación, fuera de la temporada.

Ante la presencia de mosquitos:

- colocar mosquiteros o telas metálicas en las aberturas de las viviendas.
- protegerse de los mosquitos utilizando espirales, pastillas o líquidos repelentes cada 4 horas.
- no exponerse al sol durante las horas de mayor actividad del mosquito (mañana y tarde).
- proteger cunas y cochecitos del bebé con mosquiteros en exteriores.
- cubrir brazos y piernas cuando se realicen actividades al aire libre.

CONTROLAR LA ENFERMEDAD ES CONTROLAR AL MOSQUITO.

Fuente: OSDE del Ministerio de Salud
Departamento de Epidemiología
Más información en www.msal.gov.ar

{Cómo evitar accidentes de los niños en diferentes ámbitos}

“No es accidente si se puede prevenir” es una de las afirmaciones con las que más coinciden los expertos en prevención. El Dr. Luis Agote es médico pediatra, y se especializa en seguridad y prevención de accidentes.

En un foro de reflexión sobre seguridad que se llevó a cabo en el Auditorio de OSDE, expuso los conceptos básicos que se deben considerar con respecto a los niños, de los cuales aquí se ofrece un resumen.

En piletas

Tanto en el hogar como en piscinas públicas, es necesario seguir ciertas reglas para que la pileta sea un espacio de diversión y no de peligro.

Recién a los 4 años los chicos aprenden a nadar y a salir solos de la pileta. Antes de esa edad, siempre deben estar acompañados por un adulto.

Las piletas deben tener un cerco de 1,50 metros de altura. Es preferible que no sea de alambre tejido, para que no pueda treparse, y la separación de los barrotes no debe ser mayor a 12 centímetros. Si tiene puerta, cerrarla con llave.

Mantener la pileta transparente todo el año, para poder ver el fondo.

No dejar juguetes llamativos en ella, para que los chicos no se sientan atraídos.

Si un niño desaparece, el primer lugar donde se debe buscar es en la pileta. Cada segundo es valioso.
Jamás tener aparatos con corriente eléctrica en el área húmeda de la pileta (radios, tv, etc.).

En el auto

Desde el momento en que sale de la clínica, el bebé debe viajar en su silla de seguridad y nunca en la falda de la madre, ni adelante ni atrás.

La silla se coloca en el asiento trasero del vehículo, mirando hacia atrás durante el primer año de vida del niño.

Es fundamental leer las instrucciones: las correas mal ajustadas o con el broche mal trabado pueden ocasionar heridas en el pequeño.

Adecue las correas al crecimiento del bebé. La parte superior de las orejas no tiene que pasar el borde superior del respaldo.

Si esto sucede, es momento de cambiar de silla.

Existen diferentes tamaños de silla que se corresponden con el peso del niño en cada etapa.

Puede viajar con los cinturones de adultos a partir de los 25 kg (aproximadamente a los 8 años de edad).

Mientras el auto se encuentra andando, no se debe sacar a los chicos de la silla porque lloran o para darles de mamar. Es necesario parar para atenderlos.

No llevar objetos sueltos en la luneta trasera, ya que se transforman en proyectiles en frenadas o colisión.

Tener en cuenta que el airbag salva vidas, pero también golpea. Su velocidad de salida es de 200 km/h.

Los padres siempre deben usar cinturón de seguridad.

Con mascotas

Es necesario investigar raza y carácter antes de elegir un perro. Por regla general, aquellos destinados a la seguridad no son adecuados para estar con chicos.

Hay que acostumbrar al perro a relacionarse con los diferentes ambientes de la casa.

Ante la llegada de un bebé, el perro debe oler la ropa del recién nacido primero, antes de conocerlo, para familiarizarse.

Jamás hay que dejar al bebé a solas con el perro.

Hay que enseñar a los niños a no provocar a los perros, a no mirarlos a los ojos ni a molestarlos cuando están comiendo, durmiendo o con sus cachorros.

Los chicos no deben acercarse a perros desconocidos, ni tampoco jugar con ninguno a menos que el dueño esté cerca e indique que pueden hacerlo.

Si un perro se acerca, los niños no deben correr, sólo intentar permanecer quietos y tranquilos.

En el hogar

Es fundamental mirar las cosas con ojos de niño. La curiosidad por descubrir el mundo que los rodea los lleva a tocar, jugar y llevarse a la boca todo lo que tienen a su alcance. Por ello es importante tener en cuenta:

Guardar y no dejar cerca de ellos ningún objeto que puedan introducir en su boca, como botones, alfileres de gancho, maníes, pilas de reloj, bolitas, apliques y adornos, ya que pueden ocasionar heridas y sofocamientos.

Los niños no deben estar en la cocina. Las fuentes de calor y eléctricas constituyen un peligro, del mismo modo que las actividades que allí se desarrollan (cocinar o tomar algo caliente que pueda derramarse sobre el menor, por ejemplo).

Tapar enchufes que no se usen. Además, todas las casas deben tener disyuntor.

Mantener lejos de los niños cables, bolsas de plástico, remedios y elementos de limpieza, guardándolos a una altura mínima de 1,60 metros.

Las escaleras deben tener puertas de seguridad, arriba y abajo. Es necesario que los balcones cuenten con rejas, las ventanas con trabas y las cunas y camas con barandas.

Fuentewww.osde.com.ar