miércoles, 27 de julio de 2016

{Crecimiento de Fran}

Fecha Peso Talle
30/05/2016 17,4 102
19/09/2016 18,300X 103 (P75-50)
30/01/2017 20 107 (P90)

lunes, 25 de julio de 2016

http://programahabitosdevidasaludable.blogspot.com.ar/2014_10_01_archive.html
http://www.notconsumed.com/consequences-for-little-hearts/
http://www.notconsumed.com/5-reasons-children-not-obeying/

{Menos gritos y más elogios: cómo disciplinar a los niños}

Estudios sugieren qué estrategias funcionan de verdad

A la hora de disciplinar a sus hijos, Heather Henderson ha probado todos los trucos populares. Les ha quitado juguetes (sus niños, de 4 y 6 años, nunca parecen echarlos de menos). Ha intentado dar explicaciones serenas sobre por qué ciertas conductas -como golpear a su hermano- son malas (no parecen asimilarlas). También ha puesto en práctica la técnica de "tiempo muerto". "El mayor grita y golpea las paredes. Simplemente pierde control", cuenta el ama de casa de 41 años que vive en Syracuse, en el estado de Nueva York.

Aseguran que los elogios regulares hacen que los niños sean más propensos a obedecer

Lo que podría ser más efectivo son las técnicas que los psicólogos a menudo emplean con los niños más difíciles, incluyendo los que sufren de trastornos por déficit de atención e hiperactividad u oposicionista-desafiante. Estas estrategias, con nombres como "capacitación de control para padres" o "terapia de interacción entre padres e hijos" están respaldadas por cientos de estudios de investigación. Aunque componentes de estas estrategias son abordadas en los clásicos libros de ayuda y consejos, las tácticas son poco conocidas por el público en general.

La estrategia consiste en lo siguiente: en vez de enfocarse simplemente en qué hacer cuando un niño se porta mal, los padres deberían primero determinar qué tipo de conducta quieren ver en sus hijos (que sean ordenados, que estén listos a tiempo para ir a la escuela, que jueguen respetuosamente con tus hermanos). Después deberían elogiar esas conductas cuando las vean. "Cuando uno empieza a elogiarlos, aumenta la frecuencia del buen comportamiento", indica Timothy Verduin, profesor asistente de psiquiatría infantil y adolescente en el Centro de Estudio Infantil del Centro Médico Langone de NYU, en Nueva York.

Esto parece sencillo, pero puede ser difícil en la vida real. El cerebro de las personas tiene un "sesgo de negatividad", señala Alan E. Kazdin, profesor de psicología y psiquiatría infantil en la Universidad de Yale. Solemos poner más atención cuando los niños se portan mal que cuando actúan como angelitos. Kazdin recomienda al menos tres o cuatro elogios por buena conducta por cada "tiempo muerto". Para niños pequeños, los elogios deben ser efusivos e incluir un abrazo o algún otro gesto de afecto físico, puntualiza.

Según las técnicas de "capacitación de control para padres", cuando un niño mete la pata, los padres deben implementar consecuencias ligeramente negativas (como un tiempo muerto corto o una reprimenda verbal sin gritos).

Hacerle ver a un niño que su mal comportamiento tiene consecuencias va en contra de algunos consejos populares que dicen que los padres solamente deberían alabar a sus hijos. Pero las reprimendas y reacciones negativas no verbales, como una mirada severa, tiempos muertos o la suspensión de ciertos privilegios provocaron mayor obediencia por parte de los hijos, de acuerdo con un artículo publicado este mes en la revista académica Clinical Child and Family Psychology Review .

Temor al castigo

"Hay mucho temor hacia el castigo", indica Daniela J. Owen, una psicóloga clínica en el Centro de Terapia Cognitiva en Oakland, California, y la principal autora del estudio. "Los niños se benefician de los márgenes y los límites". Sin embargo, el estudio halló que los elogios y las recompensas, como helados o calcomanías, no generaron mayor obediencia a corto plazo.

Pero a largo plazo, los elogios regulares hacen que los niños sean más propensos a obedecer, posiblemente porque la actitud positiva fortalece la relación entre padres e hijos, apunta Owen.

Los padres a menudo arruinan sus esfuerzos de disciplinar a sus hijos al darles órdenes imprecisas y condicionales, o no concederles tiempo suficiente para acatarlas, observa Verduin, quien practica la terapia de interacción entre padres e hijos. Al cruzar la calle, "una orden mala sería: 'ten cuidado'. Una orden buena sería: 'no sueltes mi mano'", explica. Además, recomienda a los padres que cuenten hasta cinco cuando dan una indicación a un hijo, como, por ejemplo, "ponte el abrigo". "La mayoría de los padres esperan uno o dos segundos", dice, antes de dar una segunda orden, lo que fácilmente puede terminar degradándose a gritos y amenazas.

Estas técnicas funcionan con todas las edades, pero los psicólogos enfatizan que cuanto más pequeños sean los niños, mejor. Una vez que cumplen 10 u 11 años, la disciplina se vuelve mucho más difícil.

Algunos padres intentan razonar con niños pequeños, lo que según Kazdin no funciona para cambiar el comportamiento de un niño. La razón no cambia la conducta, un motivo por el que los mensajes de incitar a dejar de fumar normalmente no funcionan, señala Kazdin. Los castigos excesivamente severos también fracasan. "Uno de los efectos secundarios del castigo es la desobediencia y la agresión", indica.

Dar azotes, en particular, ha sido vinculado con conducta agresiva en niños y problemas de ira, además de conflictos conyugales en el futuro. Aun así, 26% de los padres "a menudo" o "a veces" pegan a sus hijos de 19 a 35 meses, según un estudio en 2004 publicado en la revista Pediatrics .

Adiós a las rabietas

En el centro de educación para padres en Yale, los psicólogos se han dado cuenta de que si los niños "practican" un berrinche, puede reducir su frecuencia e intensidad. Kazdin recomienda que los padres pidan a sus hijos que "practiquen" una pataleta una o dos veces al día. Gradualmente debe pedirle al niño que elimine ciertas conductas no deseadas en el berrinche, como patalear o gritar. Después, debe elogiar efusivamente esas rabietas moderadas. Pronto, para la mayoría de los niños, "los berrinches verdaderos empiezan a cambiar", afirma. "En una o tres semanas, se acaban". En cuanto a los lloriqueos y las quejas, Kazdin aconseja a los padres que imiten al niño. "Esto cambia el estímulo. Probablemente se terminarán riendo", afirma.

Los investigadores reconocen que no todas las técnicas son efectivas para todos los niños. Algunos padres encuentran otras soluciones creativas que funcionan con sus hijos.

Karen Pesapane, por ejemplo, descubrió que gritar "¡Guerra de almohadas!", cuando sus dos hijos están peleando puede poner alto a la riña. "Su mal humor se transforma casi inmediatamente en risas y yo me vuelvo inevitablemente en su blanco favorito", cuenta Pesapane, de 34 años, que tiene una hija de 10 años y un hijo de 6.

Dayna Even, escritora y tutora de 51 años, se dio cuenta de que dedicarle de lleno una hora al día a su hijo de 6 años, Maximilian, se traduce en que es menos propenso a portarse mal y a interrumpir a los adultos y está más abierto a jugar de manera independiente, dice.

Fuentewww.lanacion.com.ar

{JUEGOS PARA DESARROLLAR HABILIDADES EN NIÑOS}

Los padres pueden contribuir en casa a entrenar y potenciar la atención de sus hijos intentando que disminuyan su impulsividad al tiempo que juegan con ellos. Este es el objetivo de estos juegos que proponemos porque todos podéis pasar un rato divertido en familia.

Juego para desarrollar habilidades táctiles (4 años o algo más)

 El guía le muestra a los niños cierto número de pequeños objetos comunes, tales como un bolígrafo, un lápiz, una cuchara, un peine, legumbres (garbanzo, alubia, lenteja) etc. El guía coloca uno de estos objetos en una bolsa o algo parecido, de manera que los niños no puedan verlo. Uno de los niños introduce su mano en la bolsa y  trata de identificar el objeto que está sintiendo. Cuando lo ha adivinado el guía lo saca, coloca uno nuevo dentro de la bolsa y el juego continúa con otro niño que deberá adivinar el siguiente objeto.

Juegos para practicar la memoria auditiva y visual

- Juego de las cadenas de palabras: el guía inicia la cadena diciendo una palabra (p. ej. “Juanito”), el siguiente jugador debe decir la misma palabra más otra que añada significado a la primera (p. ej. “está”)... pierde el jugador que no es capaz de añadir otra palabra más.

- Juego de completar una historia (puede hacerse en grupo) El guía  cuenta la primera mitad de una historia y los os niños inventan el final.

- Juego del “veo-veo”. Juego del cazador de palabras. Cada jugador tiene una serie de palabras en una cartulina que pertenece a una categoría (plantas, flores, animales, nombres propios, nombres comunes...); el guía dice una palabra y dos jugadores al mismo tiempo tienen que buscar quién posee la palabra mencionada, gana el que primero la encuentre.

- Juego de copiar secuencias. El guía   realiza o gesticula diez acciones (por ejemplo: pararse en una pierna, abrir una puerta, tose, canta  etc.). Luego el niño  imita las mismas acciones exactamente como las hizo el guía  y en el mismo orden.

- Juego de espejos. Los niños se colocan en pareja y uno de ellos hace varias gestos o expresiones faciales. El otro niño es un espejo y debe reflejar de manera exacta los gestos del primero.

- Mímica en cámara lenta. Igual que la anterior, sólo que el primer niño actúa y hace expresiones faciales en cámara lenta. Aquí los niños tienen que pensar en escenas pequeñas con gestos cortos.

- El juego de Kim Este juego mejora la memoria, el guia coloca varios objetos comunes en una bandeja, como por ejemplo: Un peine, un bolígrafo o un botón. Los jugadores pasan a dar un vistazo a la bandeja. Luego se retira la bandeja y se remueven algunos de los objetos, o son sustituidos por otros. Los jugadores, individualmente o en grupo tratan de recordar lo que falta o es diferente.
Ejercicios para trabajar la atención de los niños

- Con un alfiler pinchar una letra determinada ( la “o”, “b”, “p” etc) en un texto escrito (artículo de un periódico o revista).

- Descubrir  errores en dibujos sencillos o analogías y diferencias entre diferentes figuras.
- Completar rompecabezas de letras y de figuras geométricas de dificultad creciente.

- Completar secuencias de trazados.

- Realizar  los clásicos dibujos de unir puntos.

- En una serie de dibujos muy parecidos localizar los repetidos

- Resolver laberintos, sopas de letras y crucigramas e ir añadiéndoles dificultad.

- Identificar por reconocimiento visual palabras enmascaradas.

- Seleccionar las palabras adecuadas para completar una frase entre una lista dada.

- Realizar juegos de barquitos de coloreado: este juego consiste en partir el dibujo en zonas de coloreado. A cada zona se le asigna un color. Después al niño se le dan las referencias: colorea de rojo b-c-d y colorea de verde: a-e-i

- Construir palabras lógicas eligiendo letras entre un conjunto dado. Por ejemplo: (a, o, p, m, s, c, a, t). Pueden hacerlo eligiendo unas cuantas  letras libremente, dándoles un número concreto de letras o que empiecen o terminen por una letra o sílaba.

Ejercicios para practicar la coordinación visomotriz

- Buscar el detalle. En este ejercicio mostraremos al niño diferentes dibujos de objetos, fotografías e imágenes en un periodo breve de tiempo. Después le preguntaremos qué detalles recuerda y le pediremos que nos dibuje la imagen cuidando la disposición, el color y el tamaño, cuantos más detalles recuerde más elogios nuestros recibirá. Puede realizarse también con personajes.

- A clasificar. Consiste en clasificar objetos distintos según un criterio dado o una característica común. Podremos ampliarlo aumentando el número de características comunes y utilizando materiales cotidiano,  ej clasificar botones blancos.

Ejercicios para practicar la relajación y el control de la impulsividad

- Respiración Inspiramos muy despacio permitiendo que el aire entre por nuestros pulmones. Notamos que se hinchan como si fueran globos y después permitiendo que se escape el aire  desinflándose poquito a poco hasta quedar vacío.

- La tortuga en su caparazón. Este ejercicio nos permitirá practicar la relajación muscular progresiva. Nos tumbamos boca abajo y nos convertimos en una tortuga que decide replegarse en su caparazón escondiendo su cabeza y sus patas. Ahora los músculos del cuello, brazos y piernas están en tensión. Pronto vienen los rayos del sol a despertarnos, ahora vamos asomando muy despacito la cabeza y estirando las extremidades hasta que queden relajadas.

- Una carrera muy lenta. El ganador será el último que llegue a la meta realizando movimientos muy lentos y controlando la impulsividad.

- Sentados subimos los hombros intentando tocar las orejas (tensión muscular) después poco a poco los vamos bajando, bajando, bajando...hasta dejar los brazos colgando muy flojos (relajación).

ALGUNOS EJERCICIOS

Fuentepsicologos-alcala-sevilla.blogspot.com.ar